Los programas de dinero por trabajo ofrecen a las personas una oportunidad para contribuir a la recuperación de la comunidad y recibir asistencia económica para su propia recuperación tras un desastre
Para hacer programas de dinero por trabajo más inclusivos:
- No hay que crear programas de dinero por trabajo diferentes para las personas de grupos de riesgo. Intégrelos en el programa habitual según sus capacidades.
- Hay que identificar los tipos de trabajo que deberían incluirse en los programas de dinero por trabajo junto a las mujeres y hombres con discapacidad y las personas mayores. Así como, las adaptaciones que deben hacerse para garantizar la accesibilidad y la participación.
- Hay que identificar las tareas de supervisión y apoyo para las personas que no son capaces de participar en las tareas de trabajo principales del programa, por ejemplo, trabajo de monitoreo y supervisión, ofrecer apoyo para el cuidado de niños o distribución de comidas. No hay que asignar por defecto tareas de apoyo a las personas con discapacidad y personas mayores. Primero hay que preguntarles si son capaces de contribuir con las tareas de trabajo principales.
- Hay que asegurarse de que las mujeres y los hombres, incluyendo a aquellas personas con discapacidad, reciben el mismo salario que otros participantes, incluso a pesar de que realicen actividades que tengan menos exigencia física.
- Hay que analizar y garantizar que el programa de dinero por trabajo no socava las actividades de sustento habituales de los grupos de riesgo en la comunidad.