Los documentos y papeles oficiales (por ejemplo, carnets de identidad, títulos de propiedad, seguros, papeles de centros educativos, etc.) deben guardarse en un lugar seguro y fácil de alcanzar en caso de emergencia.
Las personas con discapacidad que utilizan tecnología de asistencia, deben guardar la prescripción médica.
Las personas con discapacidad o personas mayores que reciben subsidio por discapacidad, pensiones u otros subsidios de la seguridad social deberían guardar copias de sus tarjetas de discapacidad y de la seguridad social.
Las personas con enfermedades crónicas y aquellas que toman medicación de forma regular deberían tener copias de los informes médicos importantes, así como de las prescripciones.
Las mujeres embarazadas deberían guardar copias de los informes médicos prenatales.
Los progenitores deben guardar las copias de los informes médicos y de las cartillas de vacunación de sus hijos e hijas.
Las personas alérgicas deben guardar una copia de la lista de alergias.
Para mayor seguridad, considere guardar copias de los documentos importantes, en un disco duro o en formato electrónico (por ejemplo, en la nube).