Desde un principio se debe incorporar la inclusión en el plan financiero y en los planes e intervenciones para la implementación de la reducción del riesgo de desastres, ya que será más sencillo que hacer una adaptación y tomar medidas de accesibilidad en una etapa posterior, durante la implementación.
Para hacer un presupuesto inclusivo:
- Incorpore la mayor flexibilidad posible en las propuestas de financiación y en los presupuestos.
- Presupueste medidas de accesibilidad, mecanismos de adaptación, ajustes razonables y apoyo técnico de las organizaciones especializadas (por ejemplo, organizaciones de personas con discapacidad).
- Si no existen datos desglosados, estime que alrededor del 15% de la población tiene algún tipo de discapacidad.
Para permitir que haya flexibilidad durante la implementación incluir una partida presupuestaria de contingencia a su propuesta, para “apoyar el acceso para todas las personas” o “ajustes razonables”. Esto permitirá la implementación de actividades específicas para garantizar la inclusión más tarde, como:
- Apoyar a personas que se enfrentan con barreras y dificultades para trasladarse hasta y para acceder a los servicios (escuelas, centros colectivos, centros de salud, puntos de registro, puntos de distribución, puntos focales sobre envejecimiento y discapacidad, puntos de transferencia en efectivo, etc.).
- Para comprar dispositivos asistenciales y ayudas para el aprendizaje.
- Para desarrollar o comprar materiales de comunicación accesibles (en diferentes lenguajes y en Braille, cuando sea apropiado).
- Para financiar el coste de los asistentes personales y cuidadores.