Lo ideal sería que no hubiera una entrada accesible separada, sino que la entrada principal siguiera los principios del diseño universal. Para garantizar que las entradas a los edificios y tiendas son seguras y accesibles para todas las personas:
Los caminos que llevan a ellas (desde la calle/camino, otro edificio, zona de aparcamiento, las letrinas) han de ser accesibles.
La entrada es fácilmente visible gracias al uso de colores vivos y señales apropiadas.
El ancho de la entrada es de, al menos, 90 cm.
Hay suficiente espacio cerca de la entrada (al menos 150cm x 150cm de radio de giro), para permitir que los usuarios de sillas de ruedas y otras personas con dificultades de movimiento puedan maniobrar con facilidad.
Las manijas están entre 90cm y 100cm de altura y son fáciles de agarrar y utilizar, para aquellas personas que tienen dificultad para utilizar las manos, para usuarios de sillas de ruedas, para personas de baja estatura y niños y niñas.
Las puertas ofrecen privacidad y seguridad y tienen un cerrojo adecuado.
Los marcos de las puertas tienen colores que contrastan para que las personas con dificultades de visión puedan identificarlas con facilidad. Si no hay marco, se puede pintar o marcar con cinta un borde de 5cm para asegurar que hay contraste (por ejemplo, para la entrada de una tienda).