Gestión del agua
Entre todos los aspectos de la gestión del agua, deben tenerse en cuenta las necesidades de accesibilidad de toda la comunidad. Esto incluye el acceso a agua potable para beber, así como, que todos los miembros de la comunidad tengan suficiente agua para la casa y para regar. Hay que tener en cuenta a las mujeres, hombres, niñas y niños de todas las edades con discapacidad, que podrían necesitar ayuda a la hora de llegar, recoger y transportar agua para beber, cocinar y lavarse. Cuando se impongan restricciones de agua, no deberían afectar de forma desproporcionada a las personas con discapacidad, personas mayores, jóvenes, niñas y niños.
Las decisiones sobre protección frente a inundaciones, aguas residuales y depuración de agua, riegos y niveles freáticos pueden tener impacto sobre la accesibilidad de la tierra y el entorno edificado. Hay que implicar a las Organizaciones de Personas con Discapacidad (OPD) y a otras personas que estén formadas en los estándares del diseño universal y accesibilidad en todas las decisiones sobre gestión del agua.
- Durante la emergencia existe un comité inclusivo, y en funciones, sobre gestión del agua, con toda la preparación necesaria. Las OPD y otras personas que estén formadas en los estándares del diseño universal y accesibilidad deberían participar como miembros oficiales con voto en los Comités de Gestión de Agua.
- Los aseos, cuartos de baño y todos los puntos de agua son accesibles para todas las personas, hombres, mujeres, niños y niñas con discapacidad incluidos. Y han de tener una demarcación clara de símbolos de acceso y buena señalización.
- En los distintos refugios hay diferentes tipos de dispositivos para la movilidad, como andadores, sillas de ruedas, bastones, retretes portátiles, etc.
- Durante la construcción de refugios es altamente deseable que participe un experto en discapacidad para hacer programas de ASH inclusivos.
- Hay que asegurar la implicación de personas con discapacidad en el mantenimiento de puntos de agua durante todo el año.
- Tras el desencadenamiento de un desastre/emergencia, el agua potable apta para beber debe distribuirse mediante un transporte accesible a todas las personas, incluidas las personas que corren más riesgos.